Por V.
A
continuación se muestran dos testimonios recogidos vía redes sociales
donde se evidencia que si bien la ausencia del uso del espacio publico
esta directamente relacionada al tema de la inseguridad que atraviesa el
país, la respuesta de sus habitantes por medio de la re-ocupación o
apropiación de estos espacios es rechazada por los garantes del orden o
fuerzas represivas del gobierno capital.
La
presencia de personas en dichos espacios, el uso de los espacios de
manera libre y en grupos grandes ha sido una estrategia para "recuperar"
poco a poco la sensación de seguridad y de esta manera volver a
utilizarlos y devolverles ese sentido de pertenencia tan necesario para
vencer el miedo que retro-alimenta el siguiente ciclo;
Las calles solas y vacías dan miedo porque ocurren crímenes, si ocurren
crímenes no salgo de mi casa-trabajo y así se queda la calle siempre
sola y vacía.
El
primero de los testimonios esta basado explícitamente en lo antes
expresado. El segundo, tiene otro guión. Pero explica el porqué estos
personajes con placa pueden actuar de manera arbitraria. Ellos juegan al
miedo. Vencido el miedo, la partida será de seguro otra.
Si
queremos recuperar las calles de las manos del hampa y de la otra
hampa, la de placa y uniforme debemos lanzarnos a las calles y hacerlas
nuestras de nuevo.
A continuación los testimonios. Se omiten los nombres por razones obvias.
Buenas noches a tod@s.
Esta tarde estábamos XXXXXXXXXXXXXXXXXXX y yo tejiendo en Plaza Los Museos.
La plaza estaba llena de vida, muchas personas patinando, haciendo
acrobacias, hablando o simplemente sentados pasando el rato... Haciendo
vida en la plaza y llenándola de vida.
Cuando menos lo esperábamos,
a eso de las 730 pm, aparecieron 5 policías y comenzaron a desalojarla
sin motivo alguno. Simplemente comenzaron a decir que nos teníamos que
ir. Todas las personas comenzaron a irse y nosotras le preguntamos cual
era el motivo de que tuviésemos que irnos si era una plaza publica y
tenemos el derecho de ocupar los espacios públicos. Ellos lo único de
respondieron es que era una norma y teníamos que irnos. Uno de los
policías se puso agresivo al ver que no nos iríamos tan fácilmente sin
un motivo de peso y comenzó a decirnos cosas ofensivas. Al final el se
retiro y se quedaron los demás, un poco mas agradables que el primero,
hablaron sobre la inseguridad de la plaza y nuevamente sobre esa
supuesta norma, que en algún momento dijeron estaba sobre lo que decía
la constitución en relación con nuestros derechos... Discutimos un largo
rato, mientras la plaza en ese momento ya era un lugar desierto y con
un semblante bastante peligroso, ni la sombra de lo que era cuando
estaba ocupada. Les hablamos de que desocupando la plaza lo que hacían
era volverla peligrosa y que solamente ocupando los espacios lograríamos
hacerlos mas seguros, pero no parecían entender nada de lo que les
decíamos. Estaban bastante cerrados en su argumento.
Una vez que nos dimos cuenta que no lograríamos nada solamente discutiendo con ellos decidimos irnos.
Hoy se nos presento el problema y como no es algo que hubiésemos podido
solucionar de inmediato pensamos en varias cosas, una de ellas es la de
hacer un picnic muy grande un fin de semana en horas de la noche, estar
todos juntos y no permitir que esto siga pasando. También documentar la
manera agresiva en la cual están tratando a las personas al momento de
tomar estas medidas de desalojo y visibilizarlo. Averiguar si realmente
esta norma existe y de que forma podemos cambiarla, en tal caso que sea
cierta.
Para todo esto necesitamos gente, personas dispuestas a
documentar, contacto con los medios, personas que puedan averiguar sobre
la "norma" y me imagino que muchas otras cosas que se me deben estar
escapando.
De verdad que sentí esto como un gran golpe contra una
pared al imaginar que cosas como esta puedan seguir ocurriendo y que
ademas se extienda a otros lugares públicos. Ya que acciones como estas
lo único que hacen es echar para atrás todas las iniciativas para hacer
de Caracas un lugar mas seguro y humano.
El segundo testimonio.
Ayer
en la tarde, estaba sentada en un banco de la Calle La Iglesia en Sabana
Grande; y vi cómo un policía en moto persiguió a tres señoras que
cargaban unas cestas con mangos, vendedoras supongo, hasta que las
acorraló y ellas optaron por refugiarse en un centro comercial.
Me molestó enormemente la actitud del malandricía porque era como si estuviera cazando animales en un safari. Lo de la caza y
los safaris obviamente me molesta, pero ver que se le hace esto a seres
humanos es también bastante indignante. Además, qué peligro pueden
representar para la sociedad tres señoras que vendan mango picado en la
calle. Claro que están quebrantando una ley y tal vez según algunos vaya
en contra de la estética del bulevar y bla, bla, bla, pero coño... ¿No
hay cosas más importantes de las que se debería ocupar "la autoridad"? O
sea, el tipo las persiguió en moto por el bulevar como si fueran unos
capos de la mafia...
Para colmo, era el tipo a lo machote en su moto
contra tres señoras corriendo en pánico, las perseguía gritándoles
improperios. Y eso me recordó la gran cantidad de violencia a la que
están expuestas las mujeres en este país; sobre todo las que no tienen
visibilidad. El miedo ante la impunidad de las acciones de los
malandricías y los milicos lo lleva a uno a permanecer al margen, pero
eso contribuye al círculo vicioso. Me limité a mirarlo muy feo y él me
devolvió una mirada desafiante, como diciendo: "Atrévete a decirme
algo". Quería sacar mi bazuka imaginaria y volarle la cabeza.
Mi
pana que es de Valencia me contaba que en Caracas nunca lo habían
robado, salvo una vez que lo paró... Adivinen... ¡La policía! Le
quitaron el teléfono y el dinero que tenía. A mí los choros me han
robado una sola vez, en un autobús cerca de la UCAB, por allá en el 96,
pero son incontables las veces que los malandricías o los milicos han
martillado a un grupo en el que voy... Eso me recordó también a un amigo
que vino de Inglaterra, a quien yo le di indicaciones para conocer
Caracas, diciéndole que tuviera cuidado con los malandros... ¡¡¡Y lo
terminó robando la Guardia Nacional cerca del Panteón!!!! Le quitaron
los dólares que cargaba y su cámara, los hijosdeputa.
¿Quién nos
cuida de esa gente? ¿Qué podemos hacer para que no nos siga jodiendo "la
autoridad"? Nos tienen agarrados por las pelotas...
Nota:
Como
respuesta a esto, un grupo de personas está organizando unas
actividades con convocatoria masiva con el fin de mostrarse y apropiarse
de las zonas. Alguna otra iniciativa se encarga de una vez a la semana
hacer una comida publica basada en compartir alimentos en las plazas de
Caracas. Mas información aquí; https://www.facebook.com/groups/18651558381/?ref=ts&fref=ts