sábado, 23 de marzo de 2013

Reflexión: EL MACHISTA Y EL VIOLENTO SE HACEN, NO NACEN.


El “ser hombre” o “ser mujer” son características asignadas y que se desarrollan a medida que crecemos y nos vamos desenvolviendo socialmente como humanos siendo esto una construcción cultural llamada género, por tanto la sociedad atribuye a los hombres y a las mujeres conductas, formas de ser y roles opuestos por el sexismo.

A causa de la cultura machista los hombres están sujetos a una presión social para que respondan a “un modelo social tradicional”, la masculinidad hegemónica.

A partir de ella se les obliga y exige que sean racionales, activos, fuertes, firmes, decididos, rápidos, autoritarios, agresivos, temerarios, poderosos, promiscuos, y por sobre todo a no llorar.

Y por el no expresar emociones que para el típico machista son débiles porque son “afeminadas”, los hombres pagan un alto costo emocional; pues reprimen sus sentimientos, se lastiman a sí mismos, lastiman a otras personas (en especial mujeres, sin dejar a un lado niñas y niños) tratándolas con violencia y siendo agresivos.

Ejecutar esta masculinidad es riesgoso ya que da pie a diversos problemas emocionales y físicos.

Más allá de esta obligación, como seres humanos que son ¿No tienen derecho a expresar sus momentos de indecisión, debilidad, inactividad, afecto y sensibilidad sin ser objeto de burla? ¿Por qué tienen que buscar en todo momento el “demostrar” una virilidad absurda que busca defender “el honor” para que otras personas los respeten?

A sabiendas de las respuestas a estas interrogantes podemos entender que
Los hombres también pueden estar en pro de la igualdad de género y de sexos así como las mujeres, no hace falta ser anti-hombres para ser pro-mujer.

Los hombres pueden ser amables, cariñosos, expresar y comunicar sus sentimientos de afecto, tristeza, etc., pueden aprender a escuchar y tener empatía por los sentimientos ajenos.

También  pueden compartir el trabajo doméstico y del hogar. Pueden comprometerse a llevar una vida afectiva y sexual responsable, no sólo es tarea de mujeres.

Pueden ser respetuosos entre ellos mismos y con las demás personas, por lo tanto pueden ser capaces de reconocer y respetar las diferencias sexuales, edad, discapacidad, etc.

Los hombres pueden asumir su paternidad cuidando, manteniendo y criando a los niños y a las niñas al igual que las mujeres asumen su maternidad. Pueden discutir qué significa ser hombres, reflexionar sobre el género, paternidades, sexualidades, el machismo, la homofobia, el sexismo, buscar apoyo en amistades, etc.

Y por sobre todas las cosas los hombres también pueden llorar.

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